Alquimia de humo
Publicado: 22 de abril de 2008 Archivado en: Sin categoría Deja un comentario
Estamos un poco apocalípticos últimamente, lo reconozco. Buceamos y buceamos en el hondo saco de las razones que acrediten lo contrario y seguimos sin encontrarlas a las muy turras. ¿Será que ya no existen o que se vuelven sombras espectrales ni vivas ni muertas? Quizás sean como las galaxias de la teoría de Hubble. Están tan, tan, tan lejos que ya casi ni existen.Entonces, entre las miles de imágenes que azotaban mi cabeza por segundo microsomado, más el sueño propio del que no sabe entregarse, me dormí. Y soñé que en aquellas partículas rizomadas de humo, en aquellas microesferas de ceniza volátil, había un ingrediente atómico que nadie había sabido descubrir. Tan, tan, tan pequeño como las galaxias hubblelianas que ya casi ni existía. Incoloro, pero tan lleno de luz, que era capaz de transformar las almas porteñas al punto de cegarlas a la primer cara del humo e insuflarlas de la segunda, con todo lo que viene adentro y más. Al punto tal, digo, de lograr que todos termináramos riéndonos de los espectros que salían trepidantes, curados de espanto. ¿Será por eso que la quiero tanto?
No. No me digan nada ni me despierten, che. Me quedo así. Con mi humo, mis espectros y mi apocalipsis, que en definitiva, es fin, comienzo y revelación.
_uacct = «UA-3003623-1»;
urchinTracker();