Mientras realizaba el usual sacrificio a Cronos, devorador de hombres y ciudades, que consiste simplemente en putearlo en las lenguas oficiales de la Unión Europea, se me vino a la mente una investigación de campo estéril (la investigación, no el campo) como muchas, pero entretenida como pocas.

En España

«El viernes noche el sistema inmunitario del equipo demostró estar en forma al ganar 2-6 a una protocolaria panda de once jugadores, que parecían regatear el balón usando patucos de lana. Las implicaciones de esta equipación se verán claramente cuando el presidente del club, cuyos ojos irritados ante la derrota emulaban a los de un héroe de tebeo inyectado de ira, salga en la contraportada del Marca, fotografiado mientras presiona el telefonillo del mayor inversor para que le aguante el vendaval deportivo que se avecina. La situación es tal que ni una macedonia, de ésas que tanto le gustan, le quitará el disgusto de saberse con un pie fuera del club.»

En Argentina

«El viernes a la noche el sistema inmunológico del equipo demostró estar en forma al ganar 6 a 2 a una protocolar pandilla de once jugadores, que parecían gambetear la pelota usando escarpines de lana. Las implicancias de esta formación se verán claramente cuando el presidente del club, cuyos ojos irritados ante la derrota emulaban a los de un superhéroe de historieta inyectado de bronca, salga en la contratapa del Olé, fotografiado mientras aprieta el portero del mayor inversor para que le aguante el quilombo que se avecina. La situación es tal que ni una ensalada de frutas, de ésas que tanto le gustan, le sacará la bronca de verse con un pie afuera del club.»

¿A que es gracioso? Mientras tanto, seguiremos con el trabajo de campo para recabar más desaveniencias que no figuran en el diccionario. Si alguien sabe de alguna otra, que la comente por favor para engrosar la enciclopedia de las boludeces. ¡Gracias!br />

«Las palabras suelen durar un poco más que las cosas, pero al final también se desvanecen, junto con las imágenes que alguna vez evocaron. Desaparecen categorías enteras de cosas, y por un tiempo uno es capaz de reconocer esas palabras idas, incluso si no puede recordar lo que significan. Pero luego, poco a poco, las palabras se convierten en simples sonidos, un conjunto fortuito de oclusivas y fricativas, un tumulto de fonemas confusos, que finalmente acaba en una jerga. La palabra ‘maceta’ no tendrá más sentido que ‘splandingo’. Tu mente la escuchará, pero la registrará como algo incomprensible, un término de un idioma que no conoces. De hecho, cada persona termina hablando su propia lengua, y a medida que disminuyen los conceptos con significado común, se hace más difícil comunicarse con los demás».

No puedo dejar de pensar en esas palabras que se nos vacían cada vez más. O en otras que se llenan de desperdicios hasta hacerlas explotar. Quizás libertad, ética, humanidad, bien, verdad. No sé…

Después de pasar la Navidad en Queen’s City (Londres), extrañando horrores pero felices con parte de nuestra «familia» española, aguardamos el nuevo año reflexionando mucho y deseando ser lo suficientemente valientes para poder modificar lo que puede cambiarse y aceptar lo que no.

Quien jamás ha sentido el tirón que supone la libertad de atarse, no intuye siquiera la profunda naturaleza de la libertad.

SONETO DE LA ENCARNACIÓN

Para que el alma viva en armonía,
con la materia consuetudinaria
y, pagando la deuda originaria,
la noche humana se convierta en día;

para que a la pobreza tuya y mía
suceda una riqueza extraordinaria
y para que la muerte necesaria
se vuelva sempiterna lozanía

lo que no tiene iniciación empieza,
lo que no tiene espacio se limita,
el día se transforma en noche oscura,

se convierte en pobreza la riqueza,
el modelo de todo nos imita,
el Creador se vuelve criatura.